Los residuos orgánicos generados en el ámbito urbano o industrial son residuos biodegradables, de particular potencial, que pueden ser reutilizados y valorizados, como es el caso de los residuos de pescado. Este tipo de residuos se emplean como abono orgánico y en la fabricación de fertilizantes orgánicos con la finalidad de cuidar el medio ambiente, lo cual es una buena alternativa para solucionar el problema de la degradación de tierras de cultivo ocasionado por el uso de fertilizantes químicos.